La reciente resolución del Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil de la Ciudad de México representa un avance significativo en la defensa de los derechos de los inversionistas dentro de los fideicomisos de inversión en bienes raíces (FIBRAs), en especial aquellos con participaciones minoritarias.

Esta decisión judicial impide a una de las principales FIBRAs del país, Fibra Soma, utilizar el patrimonio del fideicomiso como garantía de créditos solicitados por entidades externas al mismo. Con ello, se evita que los recursos de los inversionistas sean empleados en operaciones que no están alineadas con los fines del vehículo fiduciario ni generan beneficios directos a sus tenedores.

Aunque Fibra Soma ha reportado crecimientos relevantes en ingresos durante 2024 y el primer trimestre de 2025, los titulares de Certificados Bursátiles Fiduciarios Inmobiliarios (CBFIs) no han recibido distribuciones, lo cual subraya la necesidad de asegurar que el uso de los activos de la FIBRA esté realmente orientado a cumplir con su propósito fiduciario.

La medida cautelar fue promovida por Desarrollo Turístico del Golfo, con respaldo estratégico y legal especializado, y marca un precedente importante: el patrimonio fideicomitido debe utilizarse con responsabilidad, priorizando el interés de los inversionistas que confiaron su capital en el vehículo.

Este caso ha sido reconocido por analistas del sector como un punto de inflexión en la evolución de la gobernanza dentro del ecosistema de FIBRAs. Se refuerza así la idea de que los fideicomisos no son solo herramientas financieras, sino también estructuras que deben operar con equidad, responsabilidad y apego a los principios de transparencia.

El mensaje es claro: todos los inversionistas, independientemente del tamaño de su participación, merecen una gestión transparente, equitativa y alineada con los fines del fideicomiso. Esta resolución no solo protege su patrimonio, sino que fortalece la confianza en el sistema financiero y en los instrumentos que lo integran.